domingo, 19 de enero de 2014
Último momento: Empecé kinesiología
Con todos ustedes compartí, cuando me aconteció, el martes 19 de noviembre, el accidente que tuve. Cuando un auto me quiso llevar de paseo sin que yo quisiera y me fracturó mi brazo derecho. Ese dolor salvaje era sólo superado por el miedo a no poder volver a usar la mano con la que trabajo. Porque, les aseguro, hubo momentos donde estos pensamientos se llevaban por delante cualquier razonamiento coherente. Es que uno termina dependiendo de algo que sólo lo reconoce cuando no lo tiene.
Pasó el tiempo, los días, y hoy quiero compartir con ustedes que me estoy recuperando. O por lo menos estoy pudiendo mover un poco más mi brazo metálico y sus seis tornillos. Estoy asistiendo a terribles sesiones de kinesiología, todos los días. Y digo terribles porque nunca imaginé que mi brazo llegaría a los rincones donde me lo lleva la doctora Myriam M. Demarco. Esta excelente profesional me hace sufrir como nunca me hizo sufrir una mujer y está bien (supongo).
Gracias a todos que me han escrito y me han seguido preguntando por cómo seguía. Acá la respuesta y algunas imágenes. Estoy volviendo.